Según una encuesta realizada por GAD3 a 4.227 ciudadanos de entre 18 y 60 años, la independencia de los periodistas de los intereses políticos y una mayor capacidad crítica con el poder son las principales demandas de los españoles. De hecho, si hay algo que demuestra dicho estudio, es que en nuestro país hay una cierta desconfianza ciudadana en los periodistas que se acrecienta cada año.
Actualmente, las carreras especializadas en la comunicación, Comunicación Audiovisual y Periodismo, se encuentran entre las 10 carreras universitarias con menos salida profesionales, con una tasa de paro del 15,7%. Tal y como analizan Fernando Jáuregui y Sergio Martín en Periodismo 2030: Recetas para la era de la comunicación digital, “de los 6000 graduados anuales en periodismo, no hay trabajo ni para 600 [...] Algunos de los alumnos aseguran que el grado de Periodismo, tal y como está planteado, no debería existir”.
Si tenemos en cuenta estas afirmaciones, no podemos sino preguntarnos: ¿qué es lo que empuja a alguien a querer estudiar periodismo? ¿Qué futuro le espera a la profesión? Si hay algo que hay que tener claro, es que, como en toda carrera, siempre hay alumnos poco trabajadores. Estudiantes que todavía no han salido mentalmente del instituto y viven sus días como si la vida de estudiante no tuviese una fecha de caducidad. En periodismo se suma a esta falta de interés la desilusión de un alumnado que esperaba coger micro en vez de boli y libreta. Es difícil no desilusionarse al ver las aulas prácticamente vacías.
No obstante, siempre hay excepciones. ¿Qué futuro le espera a la profesión? La verdad es que es imposible saberlo. Pero solo hace falta ver el trabajo que realizan algunos alumnos de periodismo de la CEU-UCH como Zhanzhi Chen, Juan Rubio, Marc Ferriz o Lucía Gutiérrez, entre otros muchos, para saber que todavía hay esperanza. Estos jóvenes estudiantes, compañeros y amigos han conseguido cubrir eventos de alto nivel con una profesionalidad aplastante y han demostrado una alta capacidad de redacción, comprensión e improvisación. Ni la política ni la cultura son impedimentos para estos periodistas, porque no se les puede llamar de otra forma, que cada día se superan a sí mismos. Ninguna campaña electoral puede con Gutiérrez, ningún mundial puede con Ferriz y Rubio, y ningún evento gaming puede con Chen. Su talento solo es comparable con la ilusión que desprenden en cada trabajo que ejecutan.
Puede que no haya salida, puede que no haya futuro, quién sabe. Pero con personas tan preparadas, tan capaces y tan valientes, uno solo puede sentarse y mirar con orgullo.
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